La cultura céltica es la responsable del gran número de leyendas que se dan en territorio escocés. Monstruos, fantasmas y un largo repertorio de criaturas forman parte de la vida en Escocia. Numerosos lugares y edificios están impregnados de misterio y un "cierto encanto". Así es que adentrémonos un poco en ese magnífico país llamado Escocia.
EL LAGO NESS
Este lago escocés es un extenso y profundo lago de agua dulce que se encuentra en las Highlands escocesas. Sus aguas tienen una visibilidad excepcionalmente baja debido al alto contenido en turba procedente de los suelos cercanos y sobre todo es conocido mundialmente por albergar supuestamente al legendario Nessie.
El primer testimonio de su posible existencia data del año 565 después de Cristo, cuando el misionero irlandés que evangelizó Escocia, San Columbano, tuvo un encuentro con la criatura. Desde entonces y hasta la actualidad, los "avistamientos" del monstruos se han producido por cientos. Desde el siglo XIX se cifran en unos 250 los ocurridos en el agua... a los que hay que añadir una treintena en tierra. Sin embargo y a pesar de muchos testimonios de gente que dice haberlo visto y tras numerosos intentos de fraude, una pregunta sigue acechándonos. De existir, ¿que es?, ¿de que tipo de animal se trataría?, ¿como es posible que se pueda esconder durante tanto tiempo con la tecnología que se dispone ahora?
Una serie de circunstancias se pondrían de parte del monstruo para permanecer oculto. A saber: las aguas del lago Ness son prácticamente opacas, la zona está casi siempre nublada o con brumas y niebla, existe mucha materia en descomposición en el lago y abundantes restos de los bosques cercanos. Una orografía escarpada que provoca que apenas tengamos puntos de acceso al lago provoca también una dificultad añadida para acceder a sus aguas. Y para redondear todas estas dificultades diremos que existen canales subterraneos que son los que supuestamente utilizaría Nessie para ocultarse y moverse.
Analizando las numerosas descripciones de la criatura se llegó a una descripción. Tendría la cabeza achatada, con dos protuberancias a modo de cuernos y un largo cuello tubular de unos dos metros de largo por 30 centímetros de diámetro. Su cuerpo, en forma de tonel, estaría provisto de gibas y aletas. Respecto a su piel, algunos testigos han afirmado que es gris y gruesa como la de un elefante, e incluso que tiene una textura repugnante parecida a la de un caracol.
¿Y que especie puede ser esta? el plesiosaurio, el reptil marino gigante que vivió en la época de los dinosaurios. Esta hipótesis se ve fortalecida por avistamientos de seres similares por todo el mundo, lo cual indicaría que, efectivamente, las aguas fueron el refugio de algunos grandes reptiles marinos que han sobrevivido hasta la actualidad. Otra de las posibilidades que han barajado los estudiosos del tema es que se trate de un familiar de otro saurio contemporaneo al plesiosauiro, el ictosaurio, un enorme reptil marino de cuerpo parecido al de los delfines. Sea una u otra posibilidad, tendrían que haber evolucionado de alguna forma y lógicamente haber procreado y en ningún caso sería solo un único saurio.
Dejo caer aquí la pregunta, ¿existe el monstruo o es más un producto turístico? posiblemente nunca lo sabremos.
LA CAPILLA ROSSLYN
El viernes 13 de octubre de 1307 una bula papal acababa con la existencia de los templarios, la orden destinada a proteger a los peregrinos en sus viajes a Tierra Santa y que alcanzó tal poder y riqueza que acabó siendo un peligro para las monarquías europeas medievales. Maestres y freires de todas las nacionalidades fueron encarcelados e interrogados, acusados de los peores crímenes y llevados al patíbulo. Pese a ello, no consiguió encontrarse nunca el legendario tesoro que se decía habían acumulado los caballeros del Temple, así como los archivos secretos de la orden. Existen numerosas leyendas que cuentan que éstos fueran evacuados en barcos por templarios y puestos a salvo en tierras escocesas, donde la orden siguió siendo perdurando, oculto bajo los mantos de la Orden de San Juan, nacida a raíz de la desaparición del Temple y heredera de sus posesiones terrenales.Entre los defensores del Temple destaca Sir William St. Clair, Tercer Príncipe de las Órcadas y jefe de la familia St. Clair, uno de los hombres más poderosos de Escocia durante el siglo XV y entre cuyos méritos destaca la construcción de la capilla.Se proyectó en un principio como Colegiata, sin embargo Rosslyn Chapel quedó reducida a una pequeña capilla dada la complejidad de su decoración. Cuarenta años fueron necesarios para construir lo que aún hoy puede contemplarse, y fue la muerte de su fundador, en 1484, la que impidió llevar a cabo el gran templo proyectado. El deseo de Sir William fue reproducir el Templo de Salomón en tierras escocesas. Pese a no haberlo logrado en su totalidad, lo construido fue suficiente para despertar el interés de generaciones sucesivas de visitantes, que veían en sus esculturas las huellas de un mensaje que esperaba ser desvelado. Es de una belleza tal que atrae instantáneamente la mirada del visitante.Según la leyenda, se dice que el maestro constructor recibió de su patrón el modelo de un pilar de exquisita hechura. Dudó en llevarlo a cabo al momento, pues tenía que trasladarse a Roma. En su ausencia, uno de sus aprendices comenzó a trabajar sobre ese pilar cuyo diseño había soñado, y lo llevó a cabo tal y como se puede observar en la actualidad. A su regreso, el maestro se sintió aguijoneado por la envidia y le preguntó cómo había osado desafiarle de semejante forma. Su furia fue tal, que le golpeó con un mazo, matándolo en el acto. Para unos, el "Pilar del Aprendiz" simboliza el Ygdrasil, el árbol de los mitos nórdicos que sustentaba los cielos sobre la tierra. Para otros, es el árbol de la vida o el árbol de la ciencia del bien y del mal, situado en el Jardín del Edén. Su rica simbología ha dado origen a todo tipo de conjeturas sobre lo que alberga en su interior. Casi todas ellas apuntan a la posibilidad de que sea el mítico Grial, la copa en la que bebió Jesucristo durante la Ultima Cena.
EL BARRIO DE MARY KINGS CLOSE
Enterrado bajo el suelo de Edimburgo se encuentra este barrio donde vivió y murió la gente y que fueron abandonados a su suerte. Es uno de los lugares más tenebrosos de Escocia. El trabajo de los arqueólogos en Mary King's Close a principios de este siglo destapó que algunas de aquellas leyendas urbanas que se contaban eran ciertas.
Annie, es el fantasma más célebre de Edimburgo. Hace unos años el parapsicólogo japonés Aiko Gibo, que rodaba un documental sobre lugares encantados de Gran Bretaña, contactó aquí con un ser atormentado: el espíritu de una niña que fue abandonada por su madre en 1644, cuando la peste se enseñoreó de la ciudad, y que deseaba volver a casa para reunirse con su familia. Gibo regresó con una muñeca y declaró que mientras el juguete estuviera allí el fantasma no volvería a disturbar el lugar.
El nombre del barrio procede de una viuda emprendedora, muy popular en el vecindario; una auténtica madre coraje que se ganaba la vida vendiendo telas y cosiendo. Su nombre: Mary King. Su casa estaba situada en Alexander King's Close. El tal Alexander, fallecido en 1619, fue un prominente abogado que no tuvo relación alguna con Mary, pero la coincidencia en sus apellidos fue probablemente la razón por la que el callejón terminó llamándose Mary King's. La mujer murió en 1644 dejando un testamento que aún se conserva: un evocador listado de posesiones, dineros y deudas que incluía dos anillos de oro, seis cucharas de plata y una considerable cantidad de vino y cerveza. Se fue en vísperas de la plaga de peste sin sospechar que su fama perduraría en el tiempo.
Navidad de 1644. Hace tres meses que Mary King ha dejado este mundo. Justo a tiempo, cabría añadir. Escocia e Inglaterra están enfrascadas en una guerra fratricida. Para terminar de completar el decorado, la peste bubónica viaja desde el continente y desembarca en el puerto de Leith. Durante un año y medio diezmaría la población de todo el país. Las clases pudientes escapan de Edimburgo a la carrera, pero los habitantes de Mary King's Close se dan de bruces con la pesadilla. El Ayuntamiento nombró a Jon Paulitius 'doctor oficial' para combatir la plaga y le asignó una paga mensual de 40 libras escocesas. La silueta del médico recortándose en la puerta de las habitaciones, protegido con un manto de pies a cabeza y con la cara cubierta por una siniestra máscara nariguda, debía aportar un plus de terror a los enfermos, que agonizaban en sus lechos con el cuerpo lleno de bubones.
HISTORIAS DE FANTASMAS
Ann Street, situada en la georgiana New Town, tiene unas casas muy hermosas pero por ella también pasea la sombra del señor Swan. A finales del siglo XIX, la familia tenía una casa en esta calle, a la que llegaban cartas del señor Swan, que era un gran viajero que estaba meses y meses fuera de su hogar. Una noche le vieron y pensaron que había regresado, pero a la mañana siguiente ya no estaba. No volvieron a saber nada de él en un tiempo, hasta que un día sus familiares supieron que el barco en que viajaba había naufragado. Nunca más volvieron a saber nada de él, pero el señor Swan aún sigue apareciendo en su vieja casa, sonriendo a todos aquellos que le ven.
Son muchas las leyendas alimentadas en el castillo, pero destacan sobremanera las de The Phantom Piper y The Ghostly Drummer. La primera hace referencia a un músico que tuvo que ir por un túnel subterráneo que unía el castillo con la Royal Mile tocando su flauta para marcar la ruta. En la superficie, las gentes oían el sonido y sabían donde estaba el muchacho. De pronto, la música cesó pero las gentes pensaron que el músico se había ido... Sin embargo, nunca más se supo adónde fue el músico, por lo que hoy en día cuando no hay tráfico en la intersección de Royal Mile con South Bridge se sigue oyendo los sonidos de una flauta.
La otra historia hace referencia a un tamborilero sin cabeza que, con el ruido de su tambor, rompía la paz nocturna de los soldados que habitaban en el castillo, en los momentos en que éste iba a ser atacado. Se supone que fue visto por primera vez en el ataque de Cromwell en 1650. No se sabe quien fue ni por qué sigue ahí, defendiendo la ciudad.
Son muchas las leyendas alimentadas en el castillo, pero destacan sobremanera las de The Phantom Piper y The Ghostly Drummer. La primera hace referencia a un músico que tuvo que ir por un túnel subterráneo que unía el castillo con la Royal Mile tocando su flauta para marcar la ruta. En la superficie, las gentes oían el sonido y sabían donde estaba el muchacho. De pronto, la música cesó pero las gentes pensaron que el músico se había ido... Sin embargo, nunca más se supo adónde fue el músico, por lo que hoy en día cuando no hay tráfico en la intersección de Royal Mile con South Bridge se sigue oyendo los sonidos de una flauta.
La otra historia hace referencia a un tamborilero sin cabeza que, con el ruido de su tambor, rompía la paz nocturna de los soldados que habitaban en el castillo, en los momentos en que éste iba a ser atacado. Se supone que fue visto por primera vez en el ataque de Cromwell en 1650. No se sabe quien fue ni por qué sigue ahí, defendiendo la ciudad.
3 comentarios:
asfafasffasfas
Hola, estuve allí el 3 de Sept de 08 y no se lo recomiendo a nadie. Vale que es interesante ver, a pesar de la oscuridad, dónde vivía la gente de Edinbugrh y cómo y conocer un poco de la historia de unas pocas familias del lugar. Hasta ahí bien. Vale también que como hay poca ventilación se nota el polvo y la humedad pero no hasta el punto de no poder respirar. De hecho a mi me gusta el olor a humedad en general. Vale que la luz es casi inexistente y que cuesta acostumbrarse, pero ni me asusta la oscuridad, ni los ruidos raros, ni el mal olor a cuadra de una estancia. Sin embargo desde que entré empecé a sentirme muy incómoda y en una estancia en particular donde se proyectaban sombras de los habitantes de allí mientras te iban explicando la historia de cada uno, empecé a sentirme fatal con un dolor de cabeza muy fuerte, ganas de vomitar también muy fuertes que me obligaron a aflojarme el pañuelo que llevaba al cuello y sobre todo un mal rollo con ganas de ponerme a gritarle a todo el mundo. Esa situación que me costó muchísimo esfuerzo controlar para no dar el espectáculo no se la recomiendo a nadie.Cuando salimos de esa estancia seguía encontrándome mal pero no tanto. Y luego en el pasillo del final también se repitió.Mientras la guia seguía contando cosas, vi el camino de vuelta y subí la cuesta para salir pero había otro grupo y teníamos que esperar por lo que me llamaron la atención para que esperase a mi grupo. Si no le dije cuatro fucking tu p...madre a la guía con las ganas que tenía de salir de allí fue de nuevo por vergüenza y porque no tengo la costumbre de mandar a la m... a nadie en voz alta. En fin, para mi fue un marrón y no se lo aconsejo a nadie.
vaya, mala tu experiencia, la tendre en cuenta si es que llego a viajar par aya, aunque de eso se tratan los viajes de ese tipo, de sentir cosas lastima que te toco vivirla de la manera en que la narras...
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