En un mundo tan avanzado tecnológicamente
resulta increible los enigmas sin resolver que nos rodean. Lugares de leyenda,
mundos y seres mitológicos, apariciones inexplicables, descubrimientos
terroríficos, misterios que nos apasionan.

Acércate al blog que se adentra en
el lado más oscuro de la dimensión humana.....






lunes, 12 de noviembre de 2007

Vlad Tepes, el Drácula histórico

Fue en el año 1431, en Nuremberg, cuando un noble rumano era nombrado caballero de la Orden del Dragón por Segismundo I de Luxemburgo (rey de Bohemia, Alemania y Hungria). La orden había sido instaurada en 1418 y tenía como objetivo combatir alos turcos. Su lema mostraba claramente para qué y por quién combatían: Oh, cuán compasivo, justo y piadoso es Dios.No parece habérsele hallado una procedencia determinada al sobrenombre de Dracul que adquirió aquel caballero rumano. Se habla de tres posibles orígenes. Uno dice que lo recibió debido a su incorporación a la orden pues dracul significa, en lengua rumana, dragón o dibalo, por lo que, tal vez su apellido sólo era un reconocimiento como miembro de la orden, cuya insignia era la serpiente alada o dragón (ambos animales representaban, forma simbólica, al diablo).Una segunda vertiente de opiniones estima que el sobrenombre se relaciona directamente con la vestimenta del voivoda, que comenzó a portar una capa y un escudo con sendos dragones estampados en los mismos. Las gentes creyeron que el caballero había vendido su alma al Diablo y tal creencia dio fruto al apodo Dracul.Una tercera opinión, bastante más confusa pero compartida por varios autores, habla de que su nombramiento en la orden draconiana afue, en definitiva, el causante de su apodo, aunque se dice que tal apodo (drac=dragón) deriva del término latino draco. Y a partir de aquí comenzarían las confusiones, puesto que en Valquia dragón no se corresponde en absoluto con esta calificación (con Draco), sino con balvar o zmeu que significa monstruo, mientras que drac alude a diablo. El sufijo -ul hace las veces de artículo determinado dando lugar al nombre Dracul=el diablo. Todo ello ha llevado a confusiones atribuyendo finalmente a dicho término (dracul) un significado dual, el de diablo y dragón.Para rizar más el rizo hay quien afirma, como el historiador Raymond McNally, que en lengua rumana dracul significa Satanás.Vlas Dracul fue el hijo ilegítimo del príncipe Mircea (gobernador de Valaquia). Parece que Vlad pasó una época de su juventud en la corte de Segismundo I de Luxemburgo como resultado de una alianza de su padre con éste.Vlad, con los años, se casó y tuvo un hijo al que llamó Mircea. En 1430 se presentó en Transilvaia como un oficial al cargo de la seguridad de la frontera con Valaquia. Con residencia en Sighisoara tuvo, hacia finales de este mismo año, un segundo hijo, al que quiso llamar como él, también Vlad (más tarde, este hijo sería apodado el Empalador).Vlad Dracul murió en 1447 en una batalla organizada por John Hunyadi (gobernador de Hungria) cerca de Tirgoviste. Uno de sus hijos fue capturado durante la misma para después ser torturado y asesinado.
Pero Vlad Dracul no es el protagonista de este capítulo, sino uno de sus descendientes, Vlad Draculea, del cual se presentan varios interrogantes sobre su nombre, ya que Drácula o Draculea, puede querer decir hijo del que posee la Orden del Dragón o también hijo de Dracul, que viene a ser hijo del diablo o dragón.Vino al mundo en 1430 en la localidad de Schassburg (Sighisoara), siendo el segundo vástago de Vlad Dracul.Vlad Draculea y su hermano Radu fueron rehenes del sultán Murat por motivos políticos (Draculea fue enviado como prisionero, a la edad de 13 años, al castillo de Egrigoz, fortaleza situada engre las montañas de Asia Menor). Se cuenta que allí pasaría cuatro años de su vida, de 1444 a 1448. Por aquella fecha Vlad Draculea es elevado a pretendiente del trono, al que llegó en 1456; dicho reinado se prolongó hasta 1462. Durante este tiempo, y según el obispo de Erlau, acabó con la vida de unas 10.000 personas. A pesar de haber subido al trono como Vlad III había sido apodado Tepes (el Empalador), debido a que el empalamiento era el castigo que principalmente utilizaba.Pero no todo eran combates y conquistas en la vida de Vlad Tepes, también abundan historias, entre las que destacan algunas realmente macabras. Hechos que ponían y ponen los pelos de punta porque, como comprobaremos a continuación, Tepes no dejaba la tortura y la muerte en los campos de batalla sino que las extendía allí por donde pasaba.Una de estas narraciones nos cuenta que, llegando la Pascua, Vlad quería estar durante las fiestas acompañado, siendo la asamble de boyardos la elegida para compartir con él los días de celebración. Estos aceptaron su invitación; se sirvió un banquete apetitoso y, en pleno festejo, Tepes dio comienzo a un juego de adivinanzas. Preguntó a los ingenuos boyardos a cuántos príncipes recordaban. Los viejos consiguieron rememorar unos 30 nombres, otros sólo 20 y los jóvenes únicamente pudieron mencionar 8. A continuación Vlad realizó otra pregunta, en esta ocasión les dijo que si no les parecían demasiados príncipes; pero para desgracia de los invitados la contestó e propio Tepes: "Es por culpa de vuestra infamia, que lo contamina todo". Acto seguido se suspendió la fiesta y la guardia personal de Vlad Draculea se presentó en el lugar. Los acontecimientos desembocaron en el empalamiento de los 500 boyardos congregados en aquella ocasión (otras fuentes informativas señalan que solamente fueron empalados los viejos y las mujeres, dejando a los jóvenes con vida para realizar trabajos forzados hasta que sus caros ropajes de Pascua se deshicieran).

Vlad consideraba a los mendigos una carga social puesto que no creaban beneficio alguno y, sin embargo, vivían del trabajo y los bienes de los habitantes de su país. Así pues, el príncipe valaco organizó un espléndido banquete al que fueron convidados todos aquellos que pedían limosna. Durante el evento, Vlad les preguntó si deseaban no tener más necesidades ni problemas; todos asintieron, siendo esa respuesta la que les sentenció, pues el voivoda no tardó en ordenar que se prendiera fuego al aposento donde se hallaban reunidos los mendigos, poniendo fin a la existencia de todos los invitados (algunos señalaban que en este incidente las víctimas no fueron los mendigos, sino ladrones y asesinos, pues se estaban convirtiendo en un peligro al amenazar la estabilidad económica del país).Otra de las numerosas historias que se cuentan sobre Vlad Tepes afirma que tenía la costumbre de cenar rodeado de muertos y agonizantes, lo cual establece una conexión entre el Drácula histórico y el vampiro. El príncipe rumano era lo que los médicos de hoy en día llaman un "vampiro viviente", un término clínico aplicado a los pacientes que beben sangre humana. No cabe duda de que Dráculea disfrutaba mojando su pan en la sangre de sus víctimas, que recogía en cuencos para tenerla disponible en su mesa. Después engullía el pan ensangrentado, una parte básica de su dieta saturada de proteinas.En una ocasión, unos embajadores extranjeros fueron a visitarle y no se quitaron el sombrero delante de él. "¿Por qué me habéis deshonrado así? -les reprochó el voivoda-. Nadie puede llevar la cabeza cubierta en mi presencia". "Señor -replicaron los embajadores-, es costumbre nuestra no descubrirnos nunca delante de nadie, sea quien sea". "Muy bien -respondió Drácula-. Sed valientes. Deseo reforzar la fe que teneis en vuestras costumbres". Y mandó llamar a sus esbirros y les ordenó que les unieran los sombreros a la cabeza con clavos. "Volved a vuestro hogar -les gritó después-, y decid a vuestro señor que hace bien protegiendo las costumbres de su tierra, pero que cuando me envíe a embajadores será mejor que se dobleguen a mis costumbres".

A veces, Drácula demostraba tener un sentido del humor bastante negro. Un noble que estaba cenando con él entre sus víctimas empaladas no podía soportar el olor de los cuerpos en descomposición, y se tapó la nariz con la mano. Drácula se percató de esa imperdonable falta de educación y le preguntó por qué se tapaba la nariz, a lo que el noble respondió que no podía soportar la pestilencia de los cadáveres putrefactos. "Muy bien -replicó el voivoda-, voy a resolver tu problema". Mandó traer una estaca muy alta y ordenó que empalaran a su invitado en ella, con lo que elhombre clavado en la estaca quedó muy por encima de las otras víctimas. "¡Ya está! -le gritó Draculea-. Ahora estás suspendido entre las brisas más frescas y limpias, y ya no tienes que sorportar la pestilencia de estos cadáveres que se pudren aquí abajo".
En otra ocasión, Drácula mandó colocar una hermosa copa de oro en un sitio muy visible junto a un arroyo de agua fresca, y muchas personas la cogieron para beber agua en ella. Cada persona devolvió la copa obedientemente a su sitio después de haber bebido, nadie se atrevió a robarla porque todos sabían que Drácula haría empalar al ladrón inmediatamente. Drácula no quería tener alrededor ningún heredero que pudiera desafiar su poder absoluto. En una ocasión que estaba de muy mal humor, su amante cometió la imprudencia de creer que podría anamiarle diciéndole que estaba embarazada porque daba por sentado que Drácula se alegraría de oír esa buena noticia. Drácula no se alegró. "No puede ser", le dijo, cogió una cuchillo y la abrió y la abrió en canal para que "todo el mundo pudiera ver dónde se encontraba su fruto". Como ya hemos mencionado Vlad Tepes estuvo como rehén durante cuatro años en manos de los turcos, pero el poco aprecio por la vida se podría explicar por el hecho de que su propio padre decidió romper la promesa hecha al sultán de no agresión a cambio de la vida de su hijo, declarándole la guerra a los turcos. Esta forma de actuar de su padre influyó de manera decisiva en el futuro comportamiento de su hijo.Vlad Draculea acabó consiguendo hacerse con el poder en el sur de Rumanía gracias al apoyo de los turcos en 1456 y gobernó hasta 1462, un reinado relativamente breve. Pero en ese tiempo mató a 100.000 personas y considerando que el reino tenía unas 500.000 personas se puede afirmar que Vlad fue uno de los peores asesinos de masas de toda la historia, comparable a Hitler y Stalin. Pero Drácula encabezó una cruzada contra los turcos durante esos seis años de reinado, que hizo que muchos de sus crímenes fueran excusados. Algunos decían que era cruel porque la época también era cruel, e incluso el papa Pío II le admiró, y apoyó a Drácula por considerar que era un gran guerrero que luchaba contra los infieles turcos; pero todos los datos disponibles apuntan a la innegable conclusión de que el Drácula histórico era un sádico asesino tan peligroso como Charles Manson o Jeffrey Dahmer, y habría tenido que ser denunciado com tal. Incluso después de 1462 cuando estaba cautivo, Dráculea no consiguió renunciar a su fea costumbre de empalar gente: estar dentro de una celda le impedía echar mano de seres humanos, pero capturaba ratones, los torturaba y los empalaba en palitos. Sobornó a sus carceleros para que compraran pájaros en el mercado y se los trajeran, después de lo cual les arrancaba las plumas y veía como revoloteaban frenéticamente por su celda. Cuando se hartaba de ese entrentenimiento Drácula los empalaba.

El causante de que Drácula fuera capturado y encerrado en una celda de Budapest fue el rey húngaro Matías, quien dio esa orden no para castigarle por sus crueldades sino para ocultar sus propios pecados. Matías se había gastado las cuarenta mil monedas de oro que el papa Pío II le había confiado para que se las entregara a Drácula con el fin de que las utilizara en su cruzada contra los turcos. El rey ordenó redactar cartas falsas en las que Drácula juraba lealtad al sultán, y eso le permitió declararle traidor a la causa cristiana y le dio un pretexto para justificar el que se hubiera embolsado las cuarenta mil monedas de oro que habrían debido ir a parar a manos de Drácula.En 1476, Matías decidió volver a colocar a Dráculea en el trono del sur de Rumania. Durante una batalla con los turcos que tuvo lugar a finales de ese año, Vlad Tepes se puso el uniforme de un soldado turco para poder inspeccionar mejor el campo de batalla. Se encontró con unos cuantos soldados suyos, y se supone que éstos no le reconocieron a causa del disfraz turco y le dispararon flecha. Drácula mató a cinco o seis soldados con su lanza, pero la inferioridad numérica era abrumadora: los soldados dispararon más flechas y le mataron. Después le cortaron la cabeza y se la entregaron a los turcos como trofeo de victoria porque los soldados turcos seguían teniendo un miedo terrible al hombre a quien llamaban el "Príncipe Empalador". El sultán exhibió la cabeza de Drácula en las murallas del Castillo Topkapi de Estambul, pero el folklore rumano afirma que Drácula no llegó a morir, y que volverá a gobernar el país en tiempos de gran necesidad.





No hay comentarios: